Crisis históricas: Orígenes, oportunidades y lecciones a considerar

Autor: Ángel Laguna

Origenes

El mundo ha vivido diversas crisis a lo largo de la historia, cada cierto tiempo, estos acontecimientos nos hacen recordar que toda inversión viene asociada intrínsecamente a un nivel de riesgo y que la globalización hace que los estragos que se originan pongan en duda el modelo económico ante la notable evidencia de las desigualdades.

Aunque las consecuencias de las crisis suelen ser previsibles (contracción del PBI, caída de índices bursátiles, incremento del desempleo, etc.) las causas pueden ser muy diversas. De hecho, si realizamos un comparativo  frente al crack del 29 y a la crisis de los Lehman Brothers en el 2008 notamos que la primera se originó por ruptura de una burbuja especulativa que había logrado una masiva inversión en el mercado bursátil, alentado por un exceso de confianza que se sustentaba en incrementos sostenidos de los precios de las acciones, que cada vez se alejaban más de sus valores fundamentales e inclusive mediante colocaciones en corto con ratios de apalancamiento muy altos. Mientras que, la principal causa de la crisis del 2008 se relaciona a una deficiente labor de análisis de créditos desempañada por los bancos e instituciones financieras en Estados Unidos que motivó un otorgamiento de hipotecas subprime que a la larga materializó el riesgo de impago ocasionando una crisis mundial. Situaciones radicalmente distintas a la crisis que vivimos actualmente. El origen sanitario y desconocimiento del virus ha ocasionado el cese de la actividad económicas, que sumado a la globalización ha permitido que las consecuencias sean de magnitudes incalculables por un periodo de tiempo que hasta ahora resulta difícil de determinar.


Aunque el panorama actual resulta poco alentador, la historia nos reafirma
 constantemente que, en tiempos de crisis, así como hay cuantiosas pérdidas e industrias gravemente afectadas, existen también grandes oportunidades. Por ejemplo, la aplicación del New Deal post crack del 29 favoreció la fortalecimiento de la inversión pública en infraestructura, repuntes en desarrollo tecnológico como es el caso de IBM y General Electric fueron ejemplos de éxito. Sumado a ello la expansión de productividad en sectores agrícolas, manufactureros y la industria petrolífera que lograron alcanzar el auge ante la gran demanda gracias a los conflictos bélicos mundiales. Por su parte, el contexto post crisis financiera del 2008 fue distinto, vivíamos en un mundo más moderno e interconectado, lo cual favoreció a que las industriales relacionadas al entretenimiento y tecnologías de la información capitalicen grandes oportunidades de crecimiento, como es el caso de Google, Amazon y Airbnb. Asimismo, el ascenso de China hizo que cobre mayor relevancia a tal punto de convertirse en eje del dinamismo y crecimiento de la economía mundial.

La actual crisis a causa del nuevo coronavirus supone un panorama totalmente distinto. La evolución de la pandemia y las primeras cifras y estimaciones de las consecuencias económicas son alarmantes, pese a ello, el tener mayor información nos permite diseñar políticas económicas y monetarias que ayuden a retomar el dinamismo perdido, sin dejar de lado el principal objetivo de evitar la propagación de esta enfermedad que ya apunta a ser endémica. A pesar de los grandes esfuerzos realizados en favorecer la reactivación, existen sectores sumamente afectados, Sector turismo, de hecho, todos los esfuerzos iniciales deberán enfocarse en promover el turismo local; relacionado a ello, se encuentra la aviación comercial, diversas aerolíneas  han empezado a reducir personal o inclusive ya hay declaratorias de quiebra, como es el caso de Latam y Avianca. Por su parte, el rubro relacionado a entrenamiento, cultura y arte se ha visto afectado drásticamente debido a que actividades como teatros, cines, museos han quedado rezagados para el final de la emergencia, situación ligeramente distinta los eventos deportivos que prácticamente están condenados al funcionamiento sin público hasta la obtención de la ansiada vacuna.

La situación actual, nos lleva a analizar e identificar aquellos sectores en donde existen grandes oportunidades para el periodo post crisis. Dentro de ellas se puede destacar el gran salto que apunta dar el e-commerce ante la imposibilidad de apertura de centros comerciales, la digitalización de servicios bancarios y financieros, así como la educación a distancia y la novedad de la empresa Zoom que facilitó y masifico el servicio de videoconferencias, que resalta como ejemplo de éxito y aprovechamiento de una oportunidad. Todo lo mencionado, sin duda alguna, requiere un proceso de planificación, diseño, puesta en marcha y monitoreo constante a fin de identificar a tiempo las deficiencias que se van presentando y promover una cultura de mejora continua en donde todos nos veremos involucrados y beneficiados.

La salida de un periodo de crisis se empieza con la recuperación de la confianza empresarial y del consumidor, esto permite impulsar las inversiones y con esto se va recuperando el empleo lo cual lleva a incrementar el consumo y se da el circulo virtuoso de la economía. Esto sin duda, requiere la inyección de grandes estímulos para apaciguar las consecuencias y favorecer a la reactivación de las cadenas de producción y consumo. Estas medidas han sido adoptadas a lo largo de la historia, pero resulta imprescindible entender las diferencias de cada país a fin de ajustar las acciones y no agudizar las desigualdades.

Ante este escenario de incertidumbre, resulta vital el apoyo a las familias y a las empresas, puesto que ellas garantizan el empleo. Flexibilidades tributarias e inyecciones de liquidez evita un devastador escenario de masivas quiebras, que sin duda, harían más difícil el retorno a un periodo de crecimiento. Es por ello, que el esfuerzo de las autoridades debe enfocarse en estrategias de estímulo que permitan evitar la ruptura de las cadenas de pagos. Asimismo, nuestra realidad obliga a tomar acciones más específicas en torno a la disponibilidad de efectivo, puesto que, diversas medidas aprobadas han favorecido el acceso de liquidez a millones de personas, lo cual supone la necesidad de contar con información veraz y una adecuada asesoría en torno a nuestras finanzas personales a fin de tomar las mejores decisiones, más aun en este contexto de absoluto desconcierto.

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