La Eterna Inestabilidad Política y su Impacto en la Reactivación Económica

Autor: Ángel Laguna

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Las primeras semanas del mes de noviembre, el Perú atravesó una profunda crisis política a las ya existentes en materia económica, laboral y sanitaria. El Congreso destituyó al entonces Presidente de la República al declarar su vacancia por la causal de permanente incapacidad moral. Este acontecimiento, sin duda alguna, trajo repercusiones importantes a nivel local e internacional debido a que fue una situación sumamente excepcional, más aún si consideramos que el país se encuentra en un periodo electoral de cara al bicentenario.

Las repercusiones económicas post declaratoria de vacancia, no se hicieron esperar. El mercado financiero reaccionó negativamente al día siguiente de producirse tal acontecimiento. Por ejemplo, los precios de los bonos del Gobierno peruano en dólares mostraron una considerable disminución, en cifras, el precio del bono soberano al 2050, sufrió su peor declive, al bajar 3,4 centavos hasta 157,87 centavos de dólar. Por su parte, la moneda peruana, el sol, se debilitó y generó la mayor alza del dólar en el país, cerrando con su precio más alto en 18 años según la cotización a nivel interbancario del Banco Central de Reserva que indicó al cierre de la jornada un tipo de cambio de S/ 3.629. Gracias a la intervención de este organismo mediante la colocación de swaps cambiarios se evitó que se acentúe aún más el debilitamiento de la moneda nacional. Sumado a efectos, diversas calificadoras crediticias emitían sendos comunicados en los cuales evidenciaban su preocupación tras las elección del Sr. Merino de Lama como presidente pues consideraban que venía de ser parte de un sector del congreso que impulsaban proyectos de ley populistas, carentes de análisis económico y con una visión cortoplacista del manejo macroeconómico de las finanzas públicas.

El efímero gobierno de Merino alarmó al sector empresarial debido a la incertidumbre sobre su agenda económica. Prueba de ello, es que se aprobó la ley que faculta el retiro de hasta 4 UIT del sistema privado de pensiones, pese a que esa ley buscaba ser observada por el ejecutivo cuando María Antonieta Alva aún continuaba liderando el Ministerio de Economía y Finanzas. Si bien es cierto, esta propuesta busca inyectar liquidez a las familias, pone en jaque a todo el sistema previsional que de por sí ya es bastante imperfecto. Continúa quedando pendiente la ansiada reforma a dicho sistema con el objetivo de garantizar futuras pensiones dignas a todos los aportantes. Asimismo, continúa el debate acerca de la propuesta de ley que propone retirar los fondos de los aportantes a las ONP, medida que se estima en un desembolso del tesoro público de 15 mil millones de soles, lo que supone un 2% adicional de déficit fiscal del año en curso.

Tras la segunda semana de noviembre, lapso en el cual se incrementaron las protestas ciudadanas, que concluyó con la renuncia a la presidencia de Manuel Merino, el Congreso eligió a una nueva mesa directiva, que a su vez asumiría la presidencia de la Republica. Es así, como Francisco Sagasti se convierte en presidente de transición para culminar el mandato correspondiente al 2016-2021. Esta noticia fue recibida positivamente por la ciudanía y el sector empresarial, al considerar a Sagasti como una persona sensata, preparada y capaz de generar consensos, logrando así disminuir la confortación política que desató tal crisis. Este nuevo panorama ha impactado directamente en las expectativas empresariales, acentuando el rebote sostenido que se empezó a evidenciar desde que se reabrieron diversos sectores económicos de forma progresiva. Asimismo, importantes instituciones como Credicorp Capital o Macroconsult, han anunciado que el nombramiento del nuevo presidente probablemente influya en una revisión al alza de las expectativas de crecimiento y recuperación de la economía peruana para los siguientes periodos. A su vez, se espera que la inversión privada pueda lograr una recuperación más alta de la esperada en el 2021, esto sustentado principalmente en que la elección de Waldo Mendoza para asumir el MEF ha sido percibida como favorable en el mercado financiero, puesto que su presencia garantiza un manejo fiscal responsable y liderar el contrapeso necesario frente a los diversos proyectos de ley populistas que constantemente busca promulgar el congreso.

En paralelo a esta situación, diversos sectores continúan muy golpeados desde que se empezaron a tomar medidas restrictivas en pro de evitar la propagación del nuevo coronavirus en nuestro país. Ciertas industrias pertenecientes a sectores tales como deportes, cultura, turismo, entretenimiento y aviación comercial continúan con sus actividades paralizadas total o parcialmente, lo cual perjudica la reactivación del mercado laboral. Según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática, se estima que el 9.6% de la población económicamente activa se encuentra desempleada, esto supone casi el triple de la cifra del año 2019. Mientras que, en la capital peruana, la tasa de desempleo bordea los 16.4%. Sin duda alguna, este será uno de los principales retos de la administración del presidente Sagasti. Sumado a ello, aún se mantiene en debate la aprobación del presupuesto para el 2021, el cual deberá necesariamente ser financiado parcialmente con la emisión de bonos soberanos debido a que la recaudación fiscal ha tenido una baja considerable.

La cercanía a unas nuevas elecciones generales, mantienen el riesgo latente de continuar con la incertidumbre en el país, lo cual hace que se ralenticen las inversiones ante el desconocimiento del perfil de futuro nuevo gobierno. Desde diversos sectores de la economía, ven con preocupación la próxima campaña electoral puesto que probablemente este plagada de propuestas populistas e inclusive, plantear la posibilidad de ir a un referéndum en busca de un cambio de constitución, que, entre otras cosas, tendría por objetivo cambiar el modelo económico. Sin perjuicio de lo mencionado, es importante señalar el rol que cumple el Banco Central de Reserva, que ha permitido que la moneda peruana continúe siendo una de las de menor volatilidad frente al dólar dentro del grupo de economías de la Alianza del Pacífico, así como los sólidos fundamentos macroeconómicos del país que sustentan la confianza en los mercados internacionales, lo cual hace que lidere todas las proyecciones de recuperación económica al 2021.

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