La resaca del coronavirus, sus estragos en la economía y el futuro porvenir
Autor: José Bello
Han pasado ya dos meses y unos cuantos días, desde que en diciembre en una ciudad de China, Wuhan, sonaba alguna noticia sobre un virus generado en algún mercado por ingesta de alimentos no tradicionales para occidente (murciélagos de menú, lo cual después fue descartado). Llegó el cierre de año, comenzamos el año con datos sonantes macroeconómicos y locales. Datos macros como una guerra comercial en ascuas de disiparse, una posible guerra real, futuras elecciones en USA, BREXIT y, por otra parte, temas locales como cambios de gobierno, nuevas elecciones, ex políticos en procesos judiciales, feminicidios, delincuencia y toda aquella amalgama de datos que nos aislaron de lo que pasaba en el mundo (todos los datos macro, por ejemplo) y que, obviamente, hacían más ruido en nuestro día a día.
Llegó el 20 de enero, cuando el presidente Xi Jinping, informó en medios la magnitud de este virus e hizo un llamado para frenar una posible epidemia, que ya al día de hoy Alemania rotula de Pandemia. Si bien el foco infeccioso fue Wuhan, China, la pronta propagación a Europa y la expansión por medio de Italia, nos brindan datos al día de hoy con 115 países afectados y un promedio de 127,863 personas infectadas hasta el momento.
Ahora bien, ¿Qué estragos deja en la economía todo este suceso? Pues hemos visto un dólar llegar prácticamente a 3.51, y si bien el BCR hace un excelente trabajo respecto a la cotización de nuestra moneda frente al dólar, esto pudo haberse disparado hasta 3.60, sino hubiera sido por la cuerda salvavidas que nos lanzó indirectamente Jerome Powell, presidente de la FED, descontando en 50 puntos la tasa de interés, llegando a variar sus tipos de interés en USA entre el 1 y los 1.25 puntos (cabe destacar, que la FED no veía esta medida de cambios reductivos antes de una fecha calendario desde la Crisis Suprime del 2009). Lo cual deja comentarios divididos, sobre cómo ve Estados Unidos el avance del virus frente a la economía mundial, es algo temprano para afirmar que esta medida será suficiente para atenuar el impacto del virus en la economía, ya que una política monetaria no soluciona el problema del crecimiento en el corto plazo ya que el impacto del virus es sobre la oferta y la gente no está dejando de demandar, por el contrario, las empresas no pueden producir como quisieran.
Por otro lado, a nivel local la ministra de economía María Antonieta Alva, durante el foro minero PDAC 2020 en Canadá, mencionaba lo siguiente: “tenemos perspectivas de crecimiento para esta año de 4% con sesgo a la baja, vamos a revisarlo en los próximos meses”, y es súper entendible considerando los factores externos, comenzando por el que encabeza como título este blog.
Ahora, la siguiente duda sería ¿Qué nos podría deparar en un futuro este tema bajo los campos económico y sanitario? Lo primero es dejar en claro a todo lector, que todo extremo para el tratamiento de este tema es malo. Está mal ser extremistas y pensar que es el fin del mundo, considerando que la tasa de mortalidad es de un 3.5% a comparación del ébola, por ejemplo, que era de un 50% y con tratamiento clínico puede ser reducido a 25%. La otra cara de la moneda también es mala, pensar que es como una simple gripe y dar por desatendido el tema. Esto es algo que está pasando en el mundo y está afectando a la economía y la salud de la gente y se deben de tomar las medidas preventivas.
En conclusión, desde un punto de vista económico, de no haber una pronta vacuna y esto se sigue expandiéndose más allá del verano, se puede prever una desaceleración económica global, generando que solo se logre un crecimiento de un 1.5%, esto como peor escenario, frente al 3.2% del año pasado, lo cual advierte la OCDE, “podría empujar a numerosas economías a la recesión, incluidas las de Japón y zona euro”.
Ahora, toda esta información debe servir para tomar preocupaciones y ver qué medidas tomar en todo ámbito posible. Desde el tema de salud, tener más precaución con lo que uno toca y ser más meticuloso con la limpieza personal, destacando el lavado de manos como tal. Desde un punto de vista económico, todo esto genera mucho desasosiego. En estos dos primeros meses del año, ha habido latigazos financieros en cotizaciones del dólar o el oro, los cuales han hecho perder dinero a gente que invierte en renta variable de manera intraday o cortoplacista. Lo mejor por el momento, y ante un panorama de incertidumbre, es tener una asesoría profesional y resguardar el patrimonio en instrumentos seguros (Renta Fija).
No seamos alarmistas, estemos atentos a las noticias, y tomemos las mejores decisiones para prevenir malestares de cualquier tipo para nosotros y nuestras familias.